Rey Divino los chalacos te venimos a implorar porque tú eres el patrono de este puerto "Señor del Mar"

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Crónica de la Fundación de la
Villa del Callao

Es evidente que la cosa no fue formal. Se desprende de la cita apuntada de los Cabildos, pero es un hecho que en la vecindad de los primeros Tambos Españoles, existía "un paredón del tiempo de los indios" que posiblemente fue embarcadero, lo que se evidencia por algunos hallazgos aborígenes descubiertos en la "Isla San Lorenzo" (¹).

La historia del Callao se inició el 05 de marzo de 1537, cuando el Cabildo Limeño concedió licencia al conquistador Don Pedro Ruiz para que construyese un tambo o depósito de mercaderías en dicho puerto. El Virrey Conde de Lemos (²), fue quien elevó de categoría al puerto del Callao dándole el titulo de "Ciudad y Puerto de los Mares del Sur".

El primero en citar el Callao por su verdadero nombre, tan atrás como en 1547, es Pedro de Gasca, en carta que escribe desde Panamá. El nombre se afirmó en 1550 cuando Cieza de León, vuelve a repetirlo en su "Historia de la Guerra de las Salinas".

Dicho sea de paso, aunque se discute la etimología de tal apelativo, parece lógico y hasta inapelable, que se ajuste a la definición del diccionario de la Academia Española que llama "callao, quija o peladilla" a la piedra del lastre.

Ella constituye característica única de la playa y fondo de nuestro puerto, solo repetida en las Islas Canarias.

Queda un poco en el limbo el significado que tiene la calificación de "Chalaco", aplicada a sus nativos, creyendo algunos que proviene de la voz indígena "Challauco" que significa pescador y mejor aún, que sea corrección feliz del término al parecer despectivo del "Callaco", probablemente aplicable a aquellos.

Las primeras fundaciones portuarias -rancherías en sí- no obtuvieron categoría de pueblo hasta el año 1555 en que, siempre dependiendo de Lima, se designó un teniente alcalde; dedicándose entonces tres solares con destino a Iglesia, casa cural y cementerio.

Ni tontos ni perezosos, los Jesuitas que tuvieron tanto juego hasta su expulsión, establecieron un Convento en el año 1590.

Puede decirse que el Callao tuvo vida precaria a lo largo del siglo xVI, debido a su corta población, su comercio pobre y su guarnición reducida, de la que obtuvo el mote indebido de "Presidio" que justamente se aplica a la concentración de soldados que defienden una plaza o castillo.

A los Jesuitas en sus edificaciones conventuales se unieron los Dominicos, los Franciscanos y los Agustinos. Pero fue el Virrey Don García de Mendoza quien le echo pan a todos, como se dice, con su Palacio Real que miraba al mar desde amplios corredores.

Refiere Cobo que en el año 1639 la población constaba de 1,000 vecinos estables, que llegaban a 2,000 habitantes si se considera los que estaban a sueldo del Rey, lo que constituye para la época y para todos los tiempos un record de burocracia.

Habían además, unos 2,000 esclavos negros y 500 indios. Sin embargo más de un siglo después, la población no creció gran cosa y ello no es de lamentarse si se recuerda que casi toda ella, menos unas 200 personas, murieron en el citado y terrible terremoto y maremoto del año 1746, que a continuación detallamos...

Plano de la Villa del Callao, tomado de la Relación de Viajes de
Amadée Frezier en el año 1713

(1) La Isla San Lorenzo, esta conformada por los cerros de La Mina, Encantada y Huanay; la mayor altitud corresponde a la cumbre del cerro La Mina con 395.06 metros. La zona sueste tiene una extensión de relieve a nivel que alcanza aproximadamente a 180 hectáreas con una longitud de 2.5 Km., conformados por depósitos marinos y arenas movedizas -aspersión eólica- también existen pequeñas grutas en la zona noroeste que se hallan pobladas de lobos marinos y aves guaneras.
 
(2) Don Pedro Antonio Fernández de Castro Andrade, Conde de Lemos, Márquez de Sarriá y Játiva, Duque de Taurifanco y descendiente de San Francisco de Borja. El XIX Virrey, por mandato de Su Majestad Carlos II, el Hechizado. Hombre piadoso y religioso, mostrándose inflexible al aplicar la justicia. Casado con Doña Ana de Borja y Aragón. En 1667, a los 23 años de edad, llego a Lima y gobernó hasta el 06 de diciembre de 1672, fecha de su fallecimiento.
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